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29 de noviembre de 2010

La pimienta de cayena - calor saludable

La pimienta de cayena es muy popular en muchas cocinas del mundo. Es una variedad de Capsicum annum y se conoce bajo el nombre de ají, chile, jalapeño, etc., pero recibió el nombre de una ciudad de la Guayana francesa llamada 'Cayenne'. En fin, no cabe duda de que nos proporciona un agradable calor y, como veremos, una buena dosis de salud.

A pesar de su reducido tamaño la pimienta de cayena tiene un importante papel a nivel nutritivo. Es muy rica en vitaminas A, B6, E, C y contiene riboflavina, potasio y manganeso. Pero hay un aspecto no tan conocido que quisiera comentar. La pimienta de cayena puede considerarse como la madre de todas las hierbas. Sabemos, por ejemplo, que los nutrientes contenidos en la pimienta de cayena potencian la eficacia, y así también la biodisponibilidad de los nutrientes encontrados en otras hierbas y especies. Esto significa que los nutrientes que se encuentran en otros alimentos desempeñan mejor su función si se comen juntos con cayena.

La cayena también contiene una sustancia llamada capsaicina que normalmente es un irritante, pero que tiene diversas propiedades medicinales. Cualquiera que ha comido un plato picante se habrá dado cuenta de que el suave calor producido despeja las fosas nasales.

Desde luego es un buen aliado para prevenir las infecciones crónicas de las fosas nasales. La reacción natural del cuerpo al calor producido es aumentar la secreción del moco que reduce la congestión nasal eliminando el exceso de moco acumulado. Ciertas sustancias fitoquímicas en la cayena pueden ayudar a reducir los síntomas alérgicos relacionados con las fosas nasales.

También se ha observado que la capsaicina ayuda en el tratamiento de infecciones de oidos. Hay evidencias de que la capsaicina puede ser útil en casos de pirosis (reflujo gástrico) y problemas circulatorios. También es un ingrediente activo para tratar el dolor de origen nervioso.

Ahora ya entendemos porque una simple pizca de cayena, un chorrito de Tabasco o una cucharadita de harissa o de peperoncino en nuestra comida puede producir tantos efectos beneficiosos. No hace falta echar mucho. El calor tiene que ser agradable sin provocar un exceso de sudación. Ten siempre puesto en la mesa un frasco de aceite con algunas guindillas en maceración o un molinillo con guindillas secas para sazonar la comida a tu gusto.

Recuerda que la mayor cantidad de capsaicina se encuentra en las semillas y en las vainas de modo que no las tires.

¿Cuál es tu plato preferido que sazonas con guindillas?

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